El campo de Tarancón fue testigo de un partido donde el Jesús de la Ossa impuso su ley desde el primer segundo, superando al Hogar Alcarreño por 3-1 en un encuentro que dejó a los blanquiazules a remolque desde el pitido inicial. Un tempranero penalti marcó el desarrollo del choque, obligando al equipo visitante a luchar contra corriente durante todo el tiempo.

El partido apenas había comenzado cuando la contienda tomó un giro crucial. Corría el minuto 1 de juego y una decisión arbitral señalaba penalti en contra del Hogar Alcarreño. El equipo local no desaprovechó la oportunidad, transformando la pena máxima y poniendo el 1-0 en el marcador de forma casi instantánea. Este golpe inicial fue un mazazo que condicionó por completo la estrategia y el ánimo del conjunto alcarreño, forzándolo a ir a remolque en un esfuerzo constante por equilibrar la balanza.

A pesar del varapalo inicial, el Hogar intentó reaccionar y buscar la portería rival. El equipo generó varias ocasiones a lo largo de la primera mitad, demostrando que, a pesar de la desventaja, tenía la capacidad de inquietar al Jesús de la Ossa. Sin embargo, la falta de acierto en los metros finales se convirtió en su principal verdugo. Cada oportunidad desaprovechada era un volver a empezar, y al descanso, el marcador reflejaba un contundente 3-0 a favor de los locales, dejando una sensación agridulce: el Hogar merecía más por sus llegadas, pero la efectividad local era innegable ante los errores defensivos del equipo alcarreño.

En la segunda mitad, el panorama del juego cambió notablemente. El equipo local apenas inquietó al meta alcarreño, cediendo la iniciativa a un Hogar Alcarreño que salió con determinación. En cuanto los visitantes conseguían superar la línea del mediocampo, se plantaban en el área local con evidente peligro. El gol del honor para el Hogar, que puso el 3-1, fue una muestra de su insistencia y un justo premio a su esfuerzo.

Sin embargo, la historia de la primera parte se repitió en la segunda: la falta de puntería y el acierto del meta local bajo palos impidieron que el resultado fuera más acorde con los méritos demostrados por el equipo visitante. El Hogar creó ocasiones claras para haber iniciado una remontada épica, pero pagó el alto precio de desperdiciar tantas oportunidades manifiestas. El tiempo se agotó y, aunque la imagen de la segunda mitad fue mucho más positiva para los visitantes, la losa del inicio fue insuperable.

En definitiva, fue una tarde donde el Hogar Alcarreño demostró coraje y capacidad de reacción, pero se vio condenado por un inicio fulgurante del rival y, sobre todo, por la inefectividad frente al gol, a pesar de generar las ocasiones necesarias para haber apretado el marcador e incluso soñar con un resultado diferente. El Jesús de la Ossa, por su parte, supo aprovechar sus momentos y defender su ventaja.

¡Aúpa Hogar!